Descubrimiento del cáncer: mejor que la quimioterapia – sin los efectos secundarios tóxicos y esta prueba lo demuestra

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Conoce el enorme fraude del cáncer: la brillante cura que la FDA quiso detener

El Dr. Stanislaw Burzynski ganó quizás la mayor y más complicada batalla legal en la historia de los EEUU. El demandado, nada más y nada menos que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). La razón, el descubrimiento de una brillante cura contra el cáncer.

En los años 70, el Dr. Burzynski descubrió que los antineoplastones, péptidos no tóxicos y derivados de los aminoácidos, actuaban como interruptores moleculares, suprimir los genes y desactivar oncogenes. De una manera simplista, sus antineoplastones, son al cáncer, lo que un antibiótico de amplio espectro es a las enfermedades infecciosas.

Este medicamento no tóxico focalizado hacia genes cancerígenos, pudo haber ayudado a salvar millones de vidas en las últimas décadas. Pero su descubrimiento fue suprimido por el gobierno de los EEUU, al demostrar mayor efectividad que los fármacos de primera línea.

Los pacientes que recibieron esta brillante cura, tuvieron una incidencia de supervivencia significativa en comparación con pacientes tratados con quimioterapia convencional.

Un poco de la historia de esta brillante cura para el cáncer

  • El Dr. Stanislaw Burzynski se capacitó como médico y bioquímico. Ha pasado los últimos 35 años desarrollando y tratando exitosamente a pacientes con cáncer, en su clínica en Houston, Texas.
  • Formuló un tratamiento anticancerígeno enfocado en genes, que utiliza aminoácidos y péptidos no tóxicos, conocidos como antineoplastones.
  • Descubrió que las personas que padecían cáncer carecían de un determinado péptido. Por otra parte, las personas que no estaban enfermas de cáncer tenían una fuente abundante del mismo.
  • Estos péptidos actúan como interruptores genéticos, y es por eso que, los antineoplastones funcionan tan efectivamente. En realidad, son capaces de activar el cáncer al suprimir los genes, mientras que al mismo tiempo desactivaban los oncogenes.
  • Descubrió que esta brillante cura, se enfoca en un amplio espectro de genes, aproximadamente 100 al mismo tiempo.
  • Al utilizar los antineoplastones, el Dr. Burzynski pudo curar exitosamente muchos casos que con tratamiento convencional no tendrían esperanza.

Cronología de eventos de la demanda

  • La batalla legal fue tortuosa. El Dr. Burzynski había intentado que la FDA revisara y aprobara los antineoplastones desde 1977, sin resultado alguno. Fue astuto en asegurarse que no se metería en problemas al probar una terapia experimental. Para ello, encargó a su equipo legal la revisión de las leyes estatales de Texas, así como las leyes federales. Con ello confirmó que actuaba dentro de las leyes y podía utilizar los antineoplastones en su propia clínica. La finalidad: “para satisfacer las necesidades inmediatas de los pacientes.”
  • La limitación de su osado plan fue que no podía participar en el comercio interestatal. Por lo que tuvo que restringir el uso del medicamento a solo su estado natal de Texas. Pero, la noticia se propagó y los pacientes comenzaron a viajar a su oficina desde fuera del estado de Texas.
  • Para 1984, agentes de la Junta de examinadores médicos de Texas intentaban convencer a los pacientes de presentar cargos. La junta de examinadores médicos de Texas intentaron quitarle su Licencia Médica, cosa que lograron en 1988.
  • A pesar de no romper ninguna ley, la junta médica de Texas lo acusó de violar leyes que no existían. Alegaron que existían fundamentos para revocar su licencia médica.
  • El juez dictaminó en favor del Dr. Burzynski, confirmando que no se había roto ninguna ley. Pero esto no fue el final. En lugar de aceptar la derrota, la junta médica presentó cargos contra el Dr. Burzynski ante la Corte Suprema de Texas.
  • En 1999, el Instituto Nacional del Cáncer publicó que los antineoplastones como terapia son un completo fracaso.
  • En octubre de 1991, la junta médica de Texas seguía presentando quejas enmendadas contra él, para lograr revocar su licencia. Por otra parte, debido a la presión de la FDA, NCI había realizado una visita al consultorio del Dr. Burzynski. La finalidad, lograr verificar que “la actividad antitumoral fue documentada a través del uso de antineoplastones”
  • A tan solo 17 días después de esta visita, los Estados Unidos de América, registró una nueva patente para antineoplastones AS2-1. Uno de los antineoplastones que Burzynski ya había patentado hace años atrás como su brillante cura para el cáncer.
  • Durante siguientes cuatro años, la cacería de brujas para poner al Dr. Burzynski detrás de las rejas continuaba. En este periodo de tiempo, el gobierno de los Estados Unidos logró presentar 10 patentes más para antineoplastones.
  • Para Noviembre de 1995, faltaba un mes para el juicio del Dr. Burzynski, donde se enfrentaba a 290 años de prisión. Paralelamente, la Oficina de Patentes de los Estados Unidos aprobó la primera patente del Gobierno de los Estados Unidos para antineoplastones.

El mortal, pero altamente rentable paradigma del cáncer

Todas las patentes que fueron robadas están llenas de información útil sobre los beneficios y la eficacia de antineoplastones. Y toda esta información se resume en una declaración en particular que sintetiza el problema con el paradigma actual del cáncer:

“Los enfoques en la actualidad para combatir el cáncer están basados principalmente en el uso de productos químicos y radiación. Estos por sí mismos son cancerígenos, y podrían promover recurrencias y el desarrollo de una enfermedad metastásica”.

Esto se ve reflejado en el presupuesto anual del Instituto Nacional del Cáncer para el 2010. El mismo fue de aproximadamente $5.2 mil millones de dólares, y el Dr. Burzynski no ha obtenido absolutamente nada. En los últimos 35 años, toda su investigación sobre antineoplastones, fue autofinanciada.

En conclusión, esta fue una experiencia de enorme sufrimiento personal para el Dr. Burzynski. Además, se puso en el tapete la codicia que existe en las direcciones estatales de salud del gobierno de los Estados Unidos. Esto trajo como consecuencia que de manera muy directa, se evitará que millones de pacientes con cáncer recibieran brillante cura. Esta solución terapéutica no solo es barata, sino que no es tóxica y podría haber salvado tu vida o de familiares.

Ante este debate es oportuno hacer una reflexión sobre lo que aportamos o no a la vida de las personas con cáncer. Nuestra acción puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de alguien, es el momento de pensar de forma activa en una solución con miras a futuro.

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