La denominada “hormona del estrés” causa múltiples molestias corporales cuando no logramos controlarnos adecuadamente. Ante los elevados niveles de cortisol es necesario tomar medidas adecuadas y evitar los problemas relacionados al estrés. La actividad física regular, las reuniones sociales y una buena alimentación suelen ser las soluciones más prácticas.
La relación entre el estrés y el cortisol
El cortisol es una hormona esteroidea segregada por las glándulas suprarrenales. Generalmente, se libera como respuesta a una situación de estrés. Cumple la función de aumentar temporalmente la producción de energía y da el impulso de “huida” como mecanismo de supervivencia. Para entender mejor cuáles son sus procesos, aquí detallamos la secuencia que se desencadena en cualquier organismo sano:
- La persona se expone a una situación de estrés.
- El hipotálamo envía la señal de alerta para que las glándulas suprarrenales comienzan a producir cortisol.
- Los elevados niveles de cortisol provocan la necesidad de lucha o huida. Para lograr esto, el cortisol también provoca un aumento en la glucosa de la sangre.
- A su vez, se inhibe momentáneamente la producción de insulina. De esta manera, el cuerpo puede tomar la glucosa de manera rápida y convertirla en energía. Eso será el combustible para huir o luchar (mecanismo de supervivencia).
- El cortisol también estrecha las arterias. La adrenalina aumenta la frecuencia cardíaca por lo que la fuerza de la sangre es mayor.
- Después de cierto tiempo, la persona se siente a salvo. La situación de estrés pasó o fue resuelta.
- Todos los niveles hormonales vuelven a la normalidad.
Sabiendo esto, piensa qué sucedería si nuestra vida cotidiana nos enfrenta de manera permanente a situaciones de estrés. Combatir el estrés es el mejor tratamiento para prevenir múltiples problemas de salud. Además, existe un trastorno denominado Síndrome de Cushing Que provoca elevados niveles de cortisol de manera permanente o por largos períodos de tiempo.
10 señales que envía el cuerpo cuando presenta elevados niveles de cortisol
Necesitamos del cortisol para funcionar de manera correcta. Nos ayuda a equilibrar la insulina, a controlar la presión arterial y, aunque creamos lo contrario, desencadena mecanismos que nos permiten enfrentarnos al estrés o al miedo. Sin embargo, si sus niveles no descienden hasta alcanzar parámetros normales, podemos padecer los siguientes problemas:
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1. Disfunción del sistema digestivo
Los elevados niveles de cortisol ralentizan el movimiento intestinal y dificultan la producción de enzimas necesarias para digerir los alimentos. Como consecuencia, nuestro cuerpo absorbe menos y de manera deficiente los nutrientes que ingerimos. Por este motivo es que las personas que padecen estrés tienen muchos problemas en el sistema digestivo.
2. Molestias corporales
Otros síntomas aislados suelen ser la inflamación del cuerpo, dolores musculares y molestias frecuentes en la espalda.
3. Trastornos de sueño
¿Sabías que nuestro organismo segrega cortisol durante la mañana, porque ante la luz del sol estamos naturalmente programados para despertar? ¿y sabías que en el momento exacto de despertar se segrega aún más? Cuando la persona vive estresada o padece Cushing tiene trastornos del sueño que no le permiten descansar adecuadamente.
4. Cambios constantes de humor
Si bien las hormonas juegan un papel importante en el humor, generalmente, y después de algunos días, todo vuelve a la normalidad. Si sientes que tu ánimo no es el mismo debes prestar más atención. Puede que sientas depresión, nerviosismo o ansiedad, ira repentina u otras emociones fuera de control. En tal caso, quizás sufras un exceso de cortisol en el cuerpo.
5. Debilitamiento del sistema inmunológico
El cortisol impide el correcto funcionamiento de nuestras defensas. Por esto, los pacientes que padecen Cushing son propensos a contraer numerosas infecciones al año.
6. Envejecimiento prematuro
Los elevados niveles de cortisol provocan resecamiento de la piel. Esto promueve la aparición temprana de arrugas, entre otros problemas cutáneos.
7. Estrías
Debido a los problemas de piel, sumados al aumento repentino de peso, las personas con niveles altos de cortisol se vuelven propensos a la aparición de estrías.
8. Enfermedades del corazón
Como vimos anteriormente, el cortisol estrecha las paredes arteriales para que la sangre bombeada por el corazón ejerza más presión y fuerza. Esto, en su justa medida, ayuda a que el cuerpo pueda huir de la situación de peligro. Sin embargo, cuando esto se mantiene en el tiempo, es desencadenante de múltiples afecciones cardíacas y arteriales.
9. Aumento del vello facial
Especialmente en mujeres.
10. Aumento de peso
El cortisol eleva los niveles de glucosa en sangre para que las células puedan aprovechar de inmediato y alimentar los músculos. Para lograrlo, también incrementa el apetito y los antojos de carbohidratos.
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