El estrés es una condición que muchas veces puede pasar desapercibida. Esto suele deberse a que las personas se encuentran inmersas en tantas actividades que no son capaces de reconocer las señales que envía el organismo.
Estas señales de advertencia son enviadas por el cuerpo a través de síntomas que, muchas veces, no son causa de alarma. Sin embargo, es muy importante prestar atención, para poder poner remedio al problema lo antes posible.
Señales claras que indican que se padece estrés
Según los expertos, estas son las principales señales que indican que se padece estrés. Es conveniente calmarse y reconsiderar el estilo de vida que se tiene para tratar de recuperar la paz interna.
- Cuando es difícil conciliar el sueño. Un pequeño ruido te despierta y no puedes volver a dormirte, o te acuestas cansado pero no puedes parar de pensar en cosas que te preocupan.
- Estar siempre cansado, aunque se haya dormido. El estrés agota el sistema nervioso y provoca una sensación de cansancio continua durante todo el día.
- Tener dolores musculares con mucha frecuencia. Los dolores musculares suelen achacarse a malas posturas o a un excesivo esfuerzo físico, pero el estrés está detrás de muchos de ellos. En estado de estrés, los músculos se tensan produciendo lesiones y contracturas.
- Estar irritables sin motivos. Este tipo de trastornos, sumados a la pérdida de energía y al cansancio que producen, afectan notablemente al estado de ánimo y al humor, haciendo que estemos mucho más irascibles que de costumbre.
- Sufrir alteraciones del apetito. Las pérdidas de hambre o las ganas de comer descontroladas suelen ser consecuencias de un estado de estrés. Las personas que sufren estrés continuado no suelen estar en su peso recomendado. Lo normal es que estén muy por debajo o muy por encima.
- Tener constantemente ansiedad. La ansiedad es el síntoma más reconocible del estrés pero también el más peligroso. Cuando aparece, quizás el trastorno de estrés ya esté tan avanzado que necesite de tratamiento inmediato.
- No conseguir dejar de pensar en los problemas. Convertir cada problema en una obsesión es un indicativo de que algo no va bien. Un solo problema puede haber generado el trastorno de estrés pero, una vez aparece, cada pequeño problema puede acercarnos irremediablemente a la depresión.
- Pérdida de la libido. El estrés bloquea el sistema nervioso y, como consecuencia, muchas de las señales emitidas por el cuerpo de forma instintiva quedan anuladas; entre ellas, las reproductivas.
Claves para aliviar el estrés
Es de suma importancia prestar atención a estas señales y una vez identificadas tomar las acciones que mejoren tan rápidamente como sea posible la situación. La principal medida es cambiar un estilo de vida agitado si es el caso, pero la clave está en seguir estos pequeños consejos:
- Descansar y hacer ejercicios de respiración profunda para ralentizar el ritmo cardíaco y la presión arterial.
- Reducir el número de actividades que se realizan al día y tomarse las cosas con calma.
- Tomar suplementos vitamínicos, preferiblemente elaborados con ingredientes naturales.
- Tomarse varios descansos durante la jornada laboral.
- Tomar mucha agua para mantener la hidratación del organismo y la función celular adecuada.
- Reducir la ingesta de cafeína y el alcohol.
- Tomar sesiones de sauna de 15 minutos 3 veces en semana.
La mejor cura para reducir la tensión son los ejercicios de relajación y meditación habituales. Solo así podrás mantener controlado el estrés y prevenir futuras enfermedades.
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