Síntomas del ácido úrico elevado y cómo tratarlo en casa

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El ácido úrico es una sustancia producida en el hígado derivada del metabolismo de la purina, un tipo de proteína presente en los alimentos ingeridos diariamente, cuanta más purina ingerimos, más ácido úrico es producido por nuestro organismo.

Durante la evolución de las especies, el ser humano perdió la capacidad de producir una enzima llamada uricasa, que transforma el ácido úrico en alantoína, una sustancia mucho más soluble en la sangre. Los humanos presentan niveles de ácido úrico mucho más altos que la mayoría de los demás mamíferos. Nuestros niveles de ácido úrico sanguíneo no alcanzan niveles tóxicos sólo porque la mayoría de nosotros logra eliminar el exceso a través de los riñones.

Síntomas de niveles elevados de ácido úrico

Los niveles sanguíneos habituales de ácido úrico están muy próximos al límite de solubilidad, haciendo que pequeños aumentos en su concentración causen cristalización de éste en los tejidos. El ácido úrico se deposita en los tejidos en forma de urato de sodio.

Cuando hay una deposición de cristales de ácido úrico en las articulaciones, éstos provocan una intensa reacción inflamatoria, lo cual lleva a una artritis muy dolorosa que recibe el nombre de gota. Es importante destacar que son necesarios años de ácido úrico elevado para desarrollar la enfermedad de la gota.

La gota es clásicamente una monoartritis, es decir, una artritis que afecta apenas una articulación en cada crisis. Las articulaciones más afectadas son las de los pies, principalmente el primer dedo del pie y las rodillas. La manifestación clínica de la gota es la artritis, es decir, la inflamación de una articulación caracterizada por dolor, enrojecimiento, hinchazón y calor local.

La artritis de la gota es tan dolorosa que algunas personas no logran ni siquiera cubrirse los pies, pues el simple contacto del área inflamada con la sábana causa un dolor fortísimo. Puede haber escalofríos y fiebre, simulando un cuadro infeccioso.

El ataque de la gota dura algunos días y después desaparece espontáneamente. El intervalo de tiempo entre la primera y segunda crisis puede durar hasta dos años. Si no se tratan, las crisis de gota comienzan a ser más frecuentes e intensas, pudiendo afectar más de una articulación cada vez. A lo largo de los años, la gota no tratada conlleva la formación de tofos en las articulaciones, causados por deposición crónica de cristales de urato. Los tofos pueden ser únicos o múltiples, y pueden producir deformaciones.

El exceso de ácido úrico también puede generar la formación de cálculos renales de ácido úrico. Existe también el riesgo de deposición de urato y formación de tofos en los riñones,.

La gota es causada por niveles elevados de ácido úrico sanguíneo. Aunque, no todo el que tiene ácido úrico alto desarrolla gota. La gota es mucho más común en hombres, y ocurre entre los 35 y 45 años. En las mujeres suele ocurrir solamente después de la menopausia.

Los principales factores de riesgo de la gota son:

Obesidad.

Hipertensión.

Trauma en las articulaciones.

Largos periodos de ayuno.

Consumo de alcohol.

Ingestión elevada de alimentos ricos en purina.

Usos de medicamentos que aumentan el ácido úrico, como diuréticos.

Los alimentos ricos en purina (ácido úrico) son:

Carnes: tocino, cerdo, vitela, cabra, cordero, menudos (hígado, corazón, riñón, lengua).

Peces y frutos del mar: salmón, sardina, trucha, bacalao, huevos de peces, caviar, marisco, ostra, camarón.

Aves: pavo y ganso.

Bebidas alcohólicas.

Alimentos con moderada cantidad de purinas o ácido úrico:

Carnes: vaca, novillo y conejo.

Aves: pollo y pato.

Frutos del mar: langosta y cangrejo.

Legumbres: frijol, garbanzo, guisante, lenteja, espárragos, setas, coliflor, espinaca.

Alimentos con niveles bajos o con ningún nivel de purina o ácido úrico:

Leche

café

chocolate

queso amarillo

huevo cocido

cereales como pan, pasta, torta de maíz

patata

arroz blanco

maíz

vegetales col, repollo, lechuga, acelga y berro.

frutos secos, dulces y frutas incluso las ácidas.

Cómo diagnosticar la gota

cristales de ácido úrico

Presencia de elevados niveles de ácido úrico en la sangre

El diagnóstico de la gota se hace cuando existe un cuadro clínico típico y asociado a niveles elevados de ácido úrico. Cuando hay dudas sobre la causa de la artritis, el médico generalmente punciona el líquido de la articulación inflamada en busca de los depósitos de cristales de urato.

Cómo tratarla

El tratamiento de la gota se divide en dos etapas tratamiento de las crisis y la profilaxis de las crisis. La gota no tiene cura pero puede ser controlada. Durante la crisis de gota, el tratamiento es realizado con antiinflamatorios comunes (AINE) y/o colchicina.

La colchicina al ser menos tóxica que los antiinflamatorios controla la gota eficazmente, pero puede causar efectos colaterales desagradables, como náuseas, vómitos y diarrea.

La aspirina debe ser evitada en la medida de lo posible, pues a pesar de tener un efecto antiinflamatorio, reduce la excreción del ácido úrico a través de los riñones, una vez que haya cesado la crisis de gota, el tratamiento se enfoca hacia la disminución de los niveles de ácido úrico.

Como la mayoría de los pacientes con ácido úrico elevado no desarrolla crisis de gota o cálculo renal, se inicia el tratamiento con medicamentos si se presenta un primer episodio de crisis de gota, cálculo renal. En los casos de los pacientes con hiperuricemia asintomática se indica apenas una alteración de la dieta, a fin de evitar alimentos ricos en purinas.

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